lunes, 12 de abril de 2010

EL PAPEL DEL HIOIDES EN LOS ANIMALES

Algunos animales tienen versiones del hueso hioides, pero sólo los humanos lo tenemos ubicado en la posición ideal para que pueda trabajar al unísono con la laringe y la lengua y así permitirnos ser los únicos animales habladores con vida. Si no fuese así todavía estaríamos gruñendo como nuestros primos los chimpancés. Se cree que el género humano tiene la capacidad de hablar, de forma similar a como lo hacemos hoy en día, desde hace 300 mil años, según aportan datos de huesos hioides fosilizados. Pero no es sólo ese huesito el responsable del habla, sino que para la misma época otro cambio anatómico nos dio las bases del habla, y eso es cuando la laringe bajó. En los niños humanos la laringe está ubicada en la cavidad nasal, eso hace que los bebés puedan tomar líquido y respirar al mismo tiempo, como los monos. Pero alrededor de los tres meses de edad, la laringe cae más abajo en la garganta, haciendo que sea más fácil atragantarse pero haciendo posible el habla. Ningún otro animal tiene la laringe tan baja para producir sonidos tan complejos como los humanos venimos haciendo desde hace miles de años. La evidencia más antigua de un hioides tan bajo como el nuestro viene de la mano del Homo heidelbergensis, relacionado tanto con los neandertales como con los Homo sapiens. La posibilidad de un habla compleja como la nuestra estaba dada, ahora si tuvieron un lenguaje como el nuestro no se sabe. Pero el simbolismo, y seguramente un lenguaje complejo recién llegaron hace unos 100 mil años en los neandertales, y un poco más en los Homo sapiens.

pARASITOS INTERNOS EN LOS CABALLOS

Los parásitos internos son la causa principal de cólico en los caballos y a menudo son el factor causal que contribuye en la presentación de varios problemas de tipo respiratorio, digestivo y de pérdida de la función zootécnica. Aunque los parásitos son un problema constante para los dueños de los caballos, su severidad puede reducirse con un programa antiparasitario preventivo formulado por el Médico Veterinario... Los cuatro parásitos internos más comúnmente encontrados y que representan un mayor riesgo de salud en los caballos son los grandes y pequeños estróngilos, áscaris, oxiuros y las larvas de los gastrófilos. Los pequeños y grandes estróngilos, áscaris y los gusanos planos (tenias) representan el mayor riesgo a la salud del caballo. ESTRÓNGILOS Los Grandes Estróngilos: Los grandes estróngilos se refieren a un gran grupo relacionado entre si de especies de parásitos internos. A los estróngilos también se les llaman gusanos de sangre o vermes filiformes rojizos. El ciclo de vida del estróngilo se inicia en el tracto intestinal, donde la hembra del gusano deposita los huevos los cuales son eliminados con las heces. Bajo condiciones ambientales ideales (incluyendo calor y humedad), los huevos se convierten en larvas en el estiércol. Las larvas infestantes migran hacia los pastos, donde permanecen hasta que el caballo las ingiere. Entonces se desarrollan como larvas parasitarias en los intestinos, y emigran a lo largo de las paredes arteriales de varios órganos y eventualmente regresan al intestino grueso en la forma joven del parásito. La larva puede causar un daño extensivo al revestimiento de los vasos sanguíneos. Los caballos infestados con los grandes estróngilos pueden perder su condición física, debilitarse y también pueden presentar pérdida de peso, anemia y cólico. En casos extremos, la irrigación sanguínea a los intestinos puede llegar a estar completamente bloqueada debido a los estróngilos, resultando en cólico severo y aún fatal. En caballos infestados con una gran cantidad de estróngilos, puede favorecerse la formación de aneurismas arteriales, los cuales pueden ocasionar la muerte repentina si se produce la ruptura de la arteria en la zona del aneurisma. Es muy recomendable establecer un adecuado programa de desparasitación para reducir el riesgo de serios problemas debido a la infestación con estos parásitos. Pequeños Estróngilos: Los pequeños estróngilos difieren de los grandes estróngilos en varios aspectos. Primero, los pequeños estróngilos no emigran por medio de los tejidos como lo hacen los grandes estróngilos. Segundo, la larva de los pequeños estróngilos puede llegar a enquistarse. Esto significa que pueden penetrar dentro de la pared intestinal y permanecer inactivos esperando las condiciones adecuadas para emerger. Durante este período de enquistamiento, al contrario de los parásitos adultos, las larvas de los pequeños estróngilos no son susceptibles a la mayoría de los medicamentos antiparasitarios. Si un gran número de pequeños estróngilos emergen simultáneamente de la pared intestinal, pueden ocasionar un daño severo en la mucosa. Se puede observar cólico y diarrea. Otros signos de la infestación con pequeños estróngilos incluyen la pérdida de condición física, peso, falta de brillo en el pelo y retraso en el crecimiento. Diagnóstico y Tratamiento: Los Médicos Veterinarios pueden diagnosticar la infestación por estróngilos observando los huevos en las heces por medio de microscopía. Con frecuencia se realizan pruebas sanguíneas para determinar la severidad de la infestación. Como ya fue mencionado, es recomendable realizar una frecuente medicación antiparasitaria para reducir el riesgo de serios problemas debido a estos parásitos, pero siempre el tratamiento debe ser instituido de acuerdo a la recomendación del Médico Veterinario. ÁSCARIS Los áscaris o grandes gusanos redondos, afectan más a menudo a los caballos jóvenes que a los caballos adultos. Los grandes gusanos miden de 6 a 12 pulgadas y pueden encontrarse en grandes cantidades en el intestino delgado. Su presencia interfiere con la nutrición del potro. Cuadros de cólico, tos y diarrea pueden ser el resultado de la infestación con áscaris. Además, pueden causar el bloqueo de los intestinos o emigrar hacia los pulmones causando neumonía. Los potrillos recién nacidos adquieren los huevos infectantes de los áscaris por medio de las heces provenientes de los otros caballos. Los huevos que contaminan el heno o el agua son ingeridos y se desarrollan en el tracto intestinal. Las formas larvarias del parásito penetran la pared intestinal, y toman aproximadamente una semana antes de migrar hacia los pulmones. Desde allí las formas larvarias del parásito viajan a la traquea y hasta la boca, donde son deglutidos por segunda ocasión. Estos maduran en el intestino en dos o tres meses, y entonces depositan los huevos que son eliminados en las heces para empezar nuevamente el ciclo. Las hembras de los áscaris pueden depositar hasta 200,000 huevos por día. Control de áscaris: Los potrillos deben ser medicados por primera vez a las ocho semanas de edad, después con un intervalo de seis a ocho semanas hasta llegar a los dos años de edad, o como sea recomendado por el Médico Veterinario, lo que permite mantener un control adecuado de los áscaris. Se puede presentar un cuadro de cólico, cuando los potrillos son tratados con antiparasitarios por primera vez. Oxiuros: Aunque estos son menos peligrosos que los otros parásitos internos, los oxiuros causan molestias en los caballos porque producen irritación en la región anal. Una de las características de la infestación por oxiuros es el rozamiento en la base de la cola y la región anal causando daño en el pelo de la cola y la aparición de áreas alopécicas alrededor de la base de la misma. El parásito puede infestar al animal por medio de agua contaminada, granos, heno o pasto. Las formas larvarias de estos gusanos maduran en el intestino grueso en tres o cuatro meses, los gusanos adultos se arrastran hacia fuera del ano donde depositan los huevos en la superficie adyacente. Los huevos se desarrollan fuera del cuerpo del animal y llegan a ser infectantes en unos pocos días, sin embargo, pueden permanecer sin eclosionar por varios meses. Los oxiuros pueden ser tratados con éxito con medicamentos similares a los que se utilizan para el tratamiento de los estróngilos y los áscaris. Gusanos Planos (tenias): Los ácaros existentes en los potreros pueden ingerir los huevos que se encuentran en las heces infestadas. Al pastar los caballos, pueden ingerir los ácaros e infestarse con gusanos planos. Como resultado de la infestación se pueden presentar cólicos de variada intensidad. Por lo tanto, es fundamental incluir en su programa antiparasitario un tratamiento específico contra las tenias. Debido a que la mayoría de los productos antihelmínticos existentes no son efectivos en contra de los gusanos planos, es necesario añadir un tenicida específico en su programa antiparasitario. Consulte a su Médico Veterinario para que le recomiende un programa antiparasitario efectivo para el tratamiento de su caballo. Larvas de los Gastrófilos: Los gastrófilos son las larvas de la mosca rezno común. Estas moscas se encuentran con frecuencia en el medio ambiente del caballo, es casi imposible que un caballo no sea infestado. Ciclo de Vida: Durante los meses cálidos, al final del verano y al principio del otoño, las moscas rezno adultas depositan sus huevos en diferentes partes del cuerpo del caballo, especialmente en la región pectoral, miembros anteriores, cuello y nariz. La larva se desarrolla estimulada por el lamido del caballo y penetra en su boca, donde reside en el tejido de las encías, carrillos y lengua. Aproximadamente un mes después, la larva emigra hacia el estómago, donde se localiza en la pared interna del mismo. No es extraño que varios cientos de gastrófilos se adhieran al estómago, causando irritación, interfiriendo con la digestión, y obstruyendo la apertura o lumen del intestino delgado. Las larvas de gastrófilos son excretadas en las heces después de ocho a diez semanas, se entierran en el suelo e incuban, para convertirse en moscas adultas aproximadamente en un mes y están listas para empezar nuevamente el ciclo cuando depositan sus huevos en el pelo del caballo. Tratamiento: Es razonable concluir que todos los caballos pueden llegar a infestarse y deben ser tratados tan pronto como las moscas rezno son identificadas o se encuentran las "liendres" en los caballos hasta un mes después de que aparezca la primera helada. Es de suma importancia consultar a su Médico Veterinario acerca del tipo de medicamento y la frecuencia del tratamiento en contra del gastrófilo como parte del programa de control antiparasitario. UNA NOTA FINAL EN LA PREVENCION PARASITARIA Romper el ciclo de los parásitos es muy importante y esto se logra con la administración de medicamentos antiparasitarios. Siga buenas prácticas de manejo para controlar la frecuencia y la propagación de parásitos internos. • Los excrementos deben ser removidos diariamente de los pesebres y semanalmente de los potreros. • Los potreros deben tener un buen drenaje y se debe evitar la sobrepoblación de animales. • Agrupe los excrementos en vez de diseminarlos en el potrero donde comen los caballos. • Use alimentadores para el heno y grano y evite alimentación manual. • Inicie un programa efectivo para el control de las moscas. • Rutinariamente examine a los caballos con signos reveladores de infestación. • Usted debe consultar a su Médico Veterinario para que lo ayude a establecer un programa que sea práctico y adecuado a las necesidades de manejo de sus animales. click aquí para leer más artículos en la página oficial de la AVMA

endoscopia caballos

El endoscopio como ayuda diagnóstica en la exploración del aparato respiratorio del equino Se puede decir que el examen endoscópico es el método de evaluación de las vías aéreas superiores más importante conocido, ya que nos permite distinguir con certeza la procedencia de las secreciones nasales y de los sonidos respiratorios. Las vías aéreas superiores en el equino están formadas por estructuras complejas que tienen variadas funciones, de estos se incluyen olfación, fonación, acondicionamiento y filtrado del aire inspirado. Así mismo intervienen en el mecanismo de termoregulación y la conducción del aire durante la respiración. Anatómicamente están compuestas por las fosas nasales, pasajes nasales, faringe, laringe y tercio superior de la traquea, mientras que las vías aéreas inferiores intervienen en la conducción e intercambio gaseoso, siendo sus componentes traquea y pulmones. En el equino las vías aéreas superiores son únicas para el mecanismo eficiente de la respiración, ya que este es incapaz de respirar en forma eficaz a través de la boca. Así mismo contribuyen significativamente con el total de la resistencia que ejercen al paso del aire desde el exterior a los pulmones, siendo este aporte del 50 al 75% en animales en descanso. El aire inspirado por un animal en descanso antes de comenzar a ejercitarse es de 4 L/seg. y puede llegar a 75 L/seg. en ejercicio. Por tal razón cualquier patología que aumente el porcentaje de resistencia que ejercen las vías aéreas superiores al paso del aire, en el equino se presentará un proceso obstructivo respiratorio. Al usar el endoscopio de fibra óptica flexible se ha encontrado que el 8,6% de los animales con historia de disminución de su capacidad atlética o intolerancia al ejercicio, sufren de problemas obstructivos de las vías aéreas superiores y dentro de estas patologías destacan: Faringitis Hiperplasica Linfoide, Hemiplejía Laringea (Caballos Roncadores), Desplazamiento Dorsal del Paladar Blando y Atrapamiento Epiglotico. Se puede decir que el examen endoscópico es el método de evaluación de las vías aéreas superiores más importante conocido, ya que nos permite distinguir con certeza la procedencia de las secreciones nasales y de los sonidos respiratorios. Para la realización de esta técnica exploratoria en el equino no es necesario el uso de tranquilizantes, ya que se puede afectar la función normal de la musculatura de las vías aéreas superiores, este examen debe ser realizado antes y después del ejercicio. Cuando se va ha realizar el examen endoscópico de un equino, este debe comenzar por la evaluación de ambos pasajes nasales, con lo cual se descartara estenosis o cuerpos extraños en alguno de ellos. Aunque no podemos ver el orificio nasal del seno maxilar, la presencia de secreciones anormales en la zona caudal del pasaje nasal, provenientes del meato medio nos puede sugerir problemas a nivel de los senos. Los huesos etmoturbinados deben ser evaluados ya que estos se encuentran en el fondo de los pasajes nasales. El siguiente paso es la evaluación de las aberturas faringeas de las bolsas guturales, las cuales se abren cuando el animal deglute. Si el endoscopio es de un diámetro adecuado se puede evaluar el interior de estas estructuras para lo que es necesario utilizar como guía un catéter de Chamber, dentro de las bolsas guturales podemos encontrar cuerpos extraños, placas micóticas, secreciones, material purulento y hasta sangre. El área de la faringe es evaluada observando el color de su mucosa y presencia de secreciones anormales, así como una cuidadosa observación de la anatomía de la zona. La laringe es la región anatómica que sigue en nuestra exploración y lo más importante en esta evaluación es determinar el correcto funcionamiento de los aritenoides en el proceso de la respiración, por lo que el movimiento de aducción y abducción debe ser chequeado. Para este chequeo el equino debe ser observado en reposo ocluyendo los ollares entre 20 a 40 segundos y otra forma de observar la función es durante la deglución. Por lo que debemos observar el movimiento simétrico de ambos aritenoides, así como la capacidad de estos de mantener la completa abducción y aducción. Esta evaluación debe ser repetida después del ejercicio ya que puede existir una disfunción de alguno de los músculos intrínsicos de la laringe lo cual no pudo ser observado en reposo. Rakestraw et al., en el 1991 propuso un sistema de evaluación del movimiento de los aritenoides que lo clasifica en cuatro grados y está siendo usado en estos momentos a nivel mundial. Grado I: Existe simetría entre los dos aritenoides y el movimiento de aducción y abducción de ambos cartílagos es sincrónico. Grado II: Se observa asincronismo del cartílago aritenoide izquierdo detectable en cualquier fase de la respiración sin embargo la completa abducción del cartílago es mantenida durante la deglución o con la oclusión nasal. Grado III: Se observa asincronismo del cartílago aritenoide izquierdo detectable en cualquier fase de la respiración sin embargo la completa abducción del cartílago no puede ser inducida durante la deglución o con la oclusión nasal. Grado IV: No se observa movimiento del cartílago aritenoide izquierdo en ninguna de las fases de la respiración. La evaluación endoscópica de la laringe puede realizarse en ejercicio para lo cual se utiliza una banda corredora sin fin (treadmill), siendo este procedimiento bien tolerado por el equino como diagnostico definitivo de patologías que sólo se presentan en ejercicio. El endoscopio puede ser utilizado para evaluar la traquea y se puede insertar tan profundo como el diámetro de este lo permita, con lo cual podemos evidenciar secreciones, cuerpos extraños, estenosis y realizar otras técnicas con su ayuda para la exploración pulmonar, como seria el Lavado Broncoalveolar. Siendo la evaluación endoscópica una de las herramientas más eficientes en la exploración del sistema respiratorio en el equino, esta no debe ser descartada en ningún momento por los profesionales que tengan a su cargo el manejo de un paciente con signos respiratorios y su realización no debe ser excluida al tratar de obtener el diagnóstico definitivo de cualquiera de las patologías respiratorias que este maravilloso animal pueda estar padeciendo.